jueves, 28 de febrero de 2008

BOB DYLAN MEETS THE BEATLES

BOB DYLAN MEETS THE BEATLES

Una de esas crónicas que a lo largo del tiempo se ha convertido en leyenda o mejor dicho, en uno más de los evangelios del mundo del rock, es aquella sobre el día en que Bob Dylan conoció a The Beatles, acontecimiento que pudo haber pasado como un evento común y trillado, de no haber sido porque el poeta urbano dio a probar al cuarteto de Liverpool su primer cigarrito de marihuana, alterando con ello de manera irreparable, pero para bien, el destino del rock; he aquí en este video de You Tube lo que en verdad paso aquel memorable día (esta buenísimo):

miércoles, 27 de febrero de 2008

YA QUIERO VERLAS

YA QUIERO VERLAS

El año pasado mi obsesión en cuanto a cine se reducía a esperar el estreno de “Marie Antoinette”, el tercer largometraje de mi directora favorita, Sofía Coppola, el cual nunca ocurrió pues el lanzamiento se pasó a formato dvd, situación que en verdad me molestó, no sólo porque estuve con la fijación de verla desde octubre de 2006, fecha en que oficialmente se estreno en Estados Unidos, sino porque una cinta como esta ameritaba un digna exhibición en pantalla grande, pero entrar en detalles sería de más, pues ya explique ampliamente mis opiniones al respecto (dar leidita crónica sobre “Marie Antoinette”)

Algo similar me ocurre ahora con otra película: “I’m Not There”, de Todd Haynes, la cual fue estrenada a finales del 2007 en el vecino país del norte, pero que hasta ahora se estrenará en las salas de México, aunque ciertamente ya se había presentado en algunos festivales de cine de la republica. Lamentablemente no sólo es una desventaja vivir en Torreón por los altos índices de plomo en el aire y el arsénico acumulado en el agua, también porque es uno de los últimos sitios donde se estrenan buenas películas e inclusive a veces ni llegan.

Pero parece que la reciente visita del maestro Dylan ocasionará que “I’m Not There” si llegue a Torreón; yo me moría de ganas de verla mucho antes de saber que Don Bob tendría una fecha de tour en México, pues lo cierto es que me causaba gran curiosidad ver a Cate Blancehtt caracterizada como él.

Sin embargo este año mi obsesión no sólo se reduce a una película, sino que junto con “I’m Not There” son cuatro las cintas que ardo en deseos por ver: “There Will Be Blood”, “No Country For Old Men” y “Control”, la primera sobre el ascenso al poder de un magnate petrolero mientras pierde todo valor moral, la segunda sobre un despiadado asesino serial y la tercera sobre la vida de Ian Curtis el líder de la desaparecida Joy Division, no obstante que esta última ya se puede conseguir en dvd, he preferido esperarme a ver si estrena en cine.

Por el momento aguardare con esperanzas la llegada de todos estos filmes a Torreón, mientras cuento los días para ir a ver a Dylan en Monterrey, después de todo el cine es para verse en el cine y la buena música sabe mejor en vivo.

“DE DÍA GUARDERÍA, DE NOCHE ENCUERADERO”: YO Y MI GRAN BOCOTA

“DE DÍA GUARDERÍA, DE NOCHE ENCUERADERO”: YO Y MI GRAN BOCOTA
Ah, los domingos, deprimentes y de hueva, en algunas ocasiones trato de combatirlos yendo al cine o en su defecto comprando o rentando un buen dvd, o bien, leyendo algún libro; generalmente los comienzo con un buen desayuno y la lectura del clásico periódico dominical, para después retirarme placidamente a mi habitación con el estomago satisfecho y enterado de las últimas noticias, sólo que ahora la satisfacción de un delicioso desayuno dio paso a una sensación vomitiva en mi estomago al ver la fotografía de un tipo desnudo, nada apetitoso, en el periódico.

Aunque en honor a la verdad, el atractivo titulo amarillista de la nota me arranco un par de carcajadas y la curiosidad por leerla: “DE DÍA GUARDERÍA, DE NOCHE ENCUERADERO”, el artículo se refería a la clausura de una estancia infantil afiliada al IMSS denominada “Colibrí”, por actos lascivos en el interior de sus instalaciones, noooo, no se alarmen, no es trataba de actos de pedofilia o algo por el estilo, no, lo que pasó es que las calenturientas empleadas del mentado negoció celebraron una erótica posada el quince de diciembre del año pasado, en la que la atracción principal fue un blandengue stripper con cuerpo de perro parado, que al parecer fue suficiente para excitar a las cachondas especialistas en el cuidado de los niños, o al menos eso demuestran las fotos con las que se ilustraba la nota.

Bueno, la nota detalla que al calor de la diversión, una de las “brillantes” espectadoras tuvo la “ideota” o “idiota idea” de tomar la clásica foto del recuerdo (ternurita de mujer) y después subirla a Internet, por lo que cuando las autoridades correspondientes vieron la artística imagen decidieron cerrar el lugar (ni aguantan nada).

Y es que lo mas escandaloso de las imágenes no es que muestran a un tipo totalmente desnudo, exponiendo un trasero nada voluminoso y si muy asqueroso, con un pañuelo como de pirata en la cabeza y un para de votas vaqueras desgastadas como únicas prendas, sino el hecho de que dos alegres mujeres observan como el pajarito, no piensen mal, el dibujo de un pajarito, un perrito, una abejita o vayan ustedes a saber, que adornaban un par de cobijitas colocadas en un pequeño estante de madera, eran traviesamente rosadas por lo que probablemente era el “pajarito” del bailarín (ahora si piensen mal), cobijitas que tal vez sirvieron para arropar a algún inocente niño o niña, que debió quedar placidamente dormido (o narcotizado) con los fétidos aromas que emanaban de la manta.

Pero en fin, no se puede culpar a las pobres y abnegadas empleadas del “Colibrí”, ciertamente San José no es tan sensual como un stripper, adorar a la Virgen y cantar la letanía no es tan divertido como el que un carbón mueva su “cosita” frente a tu cara, y simplemente no hay punto de comparación entre recibir una desabrida “colación” o un bolo lleno de cacahuates, frutas y dulces, a poner un par de billetitos en una abultada tanga, recordemos, navidad es una fecha para dar más que para recibir (aunque muchas de las asistentes se morían de ganas por recibir).

El artículo pudo quedar como una anécdota graciosa, pero el lunes pasado tuve la imperiosa necesidad de burlarme de la situación nuevamente, por lo que mientras platicaba con mi compañera de trabajo, le comenté de la crónica que había leído, situación que causó, en principio su risa, pero que después, como madre de dos niñas pequeñas que acuden a una guardería (aunque privada, no del IMSS), se molestó en demasía y condenó hasta la muerte tan bochornoso acontecimiento, a mi la verdad es que me seguía causando risa y casi instintivamente atine a decir de manera sarcástica: “ni te asustes, la culpa no es de la empleadas de la “guardería congal”, sino de las dueñas que de seguro son una manga de calientes…”.

Mientras esto ocurría, mi nueva jefa decidió “meter su cuchara” en la conversación en lugar de ponerse a estudiar sus sentencias, y un poco molesta para mi sorpresa me dijo (a grandes rasgos), que la dueña de la guardería era la mamá de una amiga muy querida, y que ellas no sabían de nada de lo ocurrido hasta que se difundieron las fotografías, que supuestamente todo había sido una trampa fraguada por una de las empleadas en venganza de sus patronas, es decir, las amigas de mi jefa; en es momento me dio un poco de vergüenza, yo y mi gran bocota habían incomodado a mi nueva “superior”, por lo que en ese momento sólo tenía tres opciones:

a) Quedarme callado y hacer como que nada ha pasado, con la eventual posibilidad de que surjan fricciones en nuestra relación.

b) Pedir perdón alegando ignorar más datos sobre el tema y quedar como un estupido.

c) Que siga la mata dando, continuar defendiendo mi postura, como se diría vulgarmente “hasta que sangre”, pues al final era la correcta.

Obviamente, preferí decirle que muy inocentes no eran las dueñas y que si bien no habían estado presentes en la “sexy posada”, conocimiento alguno debieron tener de su realización, además habían actuado de manera negligente al no verificar que clase de fiesta se daría en su negocio, y eso ni como refutarlo, como diría Sor Juana Inés de la Cruz: “¿O cuál es de más culpar, aunque cualquiera mal haga: la que peca por la paga o el que paga por pecar?…”, o en palabras menos sublimes: “tanto peca el que mata la vaca como el que le detiene la pata”.

Tras diversos argumentos en defensa de mi opinión, a mi jefa no le quedó de otra que dejar la postura defensiva y tomar una actitud más pasiva, y de paso reírse un poco de mi comentario de la “guardería congal”, con lo cual, al final de cuentas, la crónica si quedó en una anécdota cómica y no en una discusión entre mi nueva jefa y yo… uff, afortunadamente.

P.D. Creo que tomaré nota para hacer mi posada de este año, aunque la mía no sería tan “hot”, ya que no tendría stripper sino una banda de rock que interpretaría algunos covers de R.E.M. o U2, digo para no ser tan radical, y en lugar de chocolate caliente daría tequilita y vodka para animar más el ambiente.

jueves, 21 de febrero de 2008

BRIT AWARDS 2008

BRIT AWARDS 2008: EL AÑO DEL MONO

Desde que supe de su existencia, he considerado a los Brit Awards junto con el también británico Mercury Prize, como los premios más respetables del mundo de la música, y es que simplemente nadie puede negar que los artistas que ambos premian son los mejores. Ya de por si los Británicos tiene los mejores músicos del mundo, la población con el mejor oído musical y el clima más adecuado para componer las mejores canciones, así que no es de extrañar que también tuvieran las mejores premiaciones del mundo de la música.

Tanto los Brit como los Mercury tienen altos estándares a la hora de escoger a sus ganadores, especialmente el Mercury que se puede jactar de ser el premio más difícil de conseguir, sino sólo basta leer la lista de perdedores en su página oficial para darse cuenta de la cantidad de genios que han perdido tan preciado trofeo.

A pesar de todo, los Brit y el Mercury suelen ser premios sumamente justos a diferencia, por ejemplo, de los Grammy que generalmente premian a los artistas con las mayores ventas en el mercado o aquellos por los que las disqueras han invertido más dinero, de ahí que me atreva a decir que cualquiera puede comprar un Grammy pero no todos pueden tener un Mercury o un Brit. Siempre polémicos, más por sus perdedores que por sus ganadores, los Brit y el Mercury no muchas veces dejan al espectador con un buen sabor de boca, pues casi nunca entregan sus premios a los favoritos del publico, sino a quien verdaderamente tiene el material con la mejor calidad del momento.

Apenas ayer se llevó a cabo en Londres la edición correspondiente al 2008 de los Brit Awards, donde los grandes ganadores de la noche fueron los ARCTIC MONKEYS, al otorgarles los premios más importantes: mejor grupo británico y mejor álbum británico del año, obtener ambos premios representa a quien los recibe el ingresar a un selecto “club” de banda británicas, al cual pertenecen simplemente las mejores como Oasis, Keane, Coldplay y Travis por mencionar algunas.

Si bien los Arctic Monkeys perdieron frente a los Klaxons el Mercury Prize 2007, al competir con sus discos “Favourite Worst Nightmare” y “Myths Of A Near Future”, respectivamente, los monitos no tienen que sentirse para nada mal, pues en el año 2006 fueron los grandes vencedores del citado premio gracias a su producción debut llamada “Whatever People Say I am, That’s What I’m Not”; todo esto viene a reafirmar que los ARCTIC MONKEYS no son una banda de moda o una propuesta más de la era del “My Space”, sino que son una banda con una excelente calidad, con una gran propuesta y con el mismo de nivel de agrupaciones tan legendarias como Oasis, a los cuales de muchas formas ya superaron, no sólo en popularidad sino también en ventas, al haber rotó el record que la banda de los mal portados hermanos Gallagher había impuesto con la ventas del “Definitely Maybe”.

Por el momento habrá que esperar un poco más para conocer los nominados al Mercury Prize, los cuales generalmente se anuncian a mediados de año, cuando ya han salido al mercado las propuestas más esperadas del mundo de la música, pero mientras esto sucede, he aquí la lista de los ganadores a los Brit Awards 2008:

British Album:
Arctic Monkeys - Favourite Worst Nightmare

British Group:
Arctic Monkeys

Outstanding Contribution To Music:
Paul McCartney

British Single:
Take That – Shine

International Album:
Foo Fighters

British Female Solo Artist:
Kate Nash

International Group:
Foo Fighters

International Female Solo Artist:
Kylie

British Male Solo Artist:
Mark Ronson

International Male Solo Artist:
Kayne West

British Breakthrough Act:
Mika

Critics Choice:
ADELE

British Live Act:
Take That

Bonus: Algunas de las dos presentaciones mas fregonas de los Brit 2008 y un extra curioso:






domingo, 17 de febrero de 2008

A 12 DÍAS DE LA LLEGADA DE DYLAN

Faltan tan sólo doce días para que llegue Dylan con toda su sabiduría a Monterrey, y que mejor manera de irnos preparando que con una rolita más del mega master

APRENDIENDO LOS RITUALES: NOCHE DE VIERNES EN LOS TOROS

APRENDIENDO LOS RITUALES: NOCHE DE VIERNES EN LOS TOROS


Como envuelto en llamas, dejando detrás de si una larga estela de humo café, corre con gran bravura un toro, que al final resulta sumamente manso, negro de color y de nombre Centenario, por sobre un novel redondel construido para conmemorar los primeros cien años de Torreón, la irónicamente joven ciudad en que aquel hermoso animal habría de terminar sus días; frente a él hay un hombre montado sobre un misterioso corcel, erguida y esbelta es su figura, agradable su sonrisa, y sin embargo será aquella delicada efigie de seductora mirada la que acabe con la vida del poderoso animal.

Mi computadora marcaba las ocho y media de la mañana del martes cinco de febrero del año en curso, no llevaba más de diez minutos en el Tribunal y mi mente ya se había perdido en el laberinto de ideas estupidas y pensamientos trillados de los que se encuentra habitado mi cerebro, la realidad era que no tenía pendientes, tenía todo el trabajo adelantado para el resto de la semana y además acababan de cancelar el curso de Derecho Penal al que me había inscrito, así que, en pocas palabras, disponía de todo el tiempo para tirar hueva.

Transcurrieron las horas, y ya cansado un poco de leer las jurisprudencias del IUS (programa compilador de tesis) y escuchar música de mi Ipod, mientras degustaba una rara galleta de trigo mezclado con granos de café, comencé a pensar en lo que probablemente comería en la tarde y, poco después, en lo que habría de hacer el fin de semana; tras buscar datos en mi cabeza sobre mis planes para el viernes, sábado y domingo siguientes, me percate que no haría nada, cuestión que comenzó levemente a preocuparme (probablemente porque no estaba trabajando y tenía la mente libre y fresca), el único plan fijo hasta el momento era quedarme en casa, vegetando y leyendo alguna novela.

Y en eso seguía sin hacer nada, cuando abruptamente mi celular comenzó a brillar para hacerme notar que hasta él había llegado un mensaje, era mi amiga Lorena que me planteaba un plan poco común para mi: ir con ella y Urick (su novio y uno de mis mejores amigos) a la corrida inaugural de la nueva plaza de toros de la ciudad.

Hasta ese momento jamás me había planteado la idea de ir a una corrida de toros, en principio porque no le encontraba nada atractivo (caso contrario si hubiera sido un buen concierto de rock) y en segundo, porque me parecía un acto salvaje y primitivo, una muestra más de violencia contra los animales. Desde pequeño, mis padres y mis abuelas me habían mostrado su total desagrado hacia la denominada “fiesta brava”, cuando irónicamente sus progenitores y maridos, respectivamente, eran fanáticos de dicho espectáculo.

Pero ahora la situación era diferente, al verme sin planes para el viernes y por la curiosidad de ver al famoso rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, elegido para estrenar el ruedo del “Coliseo del Centenario”, traicione mis principios y abrí mis expectativas a la posibilidad de poder ir a los toros, por lo que acepte la invitación. Hace mucho que había escuchado hablar de Hermoso de Mendoza, sabía que era el mejor del mundo en su especialidad, que era español (lógicamente tenia que serlo), y que por el dicho de muchas amigas y conocidas, era bastante carismatico.

El espectáculo de ese viernes comenzaría a las ocho y media, por lo que mis amigos y yo decidimos partir lo más temprano posible al “Coliseo”, sin embargo, llegar hasta el estacionamiento del mentado lugar nos tomo poco más de hora y media, el trafico era verdaderamente denso, problema cada vez más frecuente en Torreón; finalmente logramos ocupar nuestros lugares, bastante incómodos a decir verdad, afortunadamente el espectáculo aun no había comenzado; tras aguardar unos veinte minutos, dio inicio una ceremonia de inauguración y después la entrada al ruedo de los toreros y todo el sequito que habría de acompañarlos esa noche.

A la cabeza del contingente estaba Pablo Hermoso de Mendoza, montado en un imponente corcel negro, a sus costados se encontraban Eulalio López “El Zotoluco” e Ignacio Garibay, los toreros que completaban el cartel de ese viernes ocho de febrero. Dieron la vuelta a la plaza, de manera pausada y respetuosa, como si se tratara de un ritual sagrado, de una especie de purificación del ruedo; la gente comenzó a aplaudir y la banda comenzó a tocar los primeros pasos dobles que escuchara el coliseo.

Ruedo del Coliseo del Centenario

El primero en torear fue Pablo Hermoso, a él le siguió el Zotoluco y después Garibay, cada uno de ellos mataría dos toros, 2 de la ganadería Bernardo de Quiroz y 4 de Santa Barbara. Poco entendí de los rituales que habría de presenciar a lo largo de aquel festejo, o de las técnicas y artes empleados por los toreros y el rejoneador (que para el caso es lo mismo), en ningún momento grite “ole”, ni me conmocione cuando los seis toros fueron cayendo tras haber sido atravesados por las hojillas de metal que eran clavadas en sus lomos, pero lo cierto es que viendo al Zotoluco y sobretodo a Pablo Hermoso de Mendoza, comprendí de donde emanaba la belleza de tan sanguinaria fiesta:

Hay una extraña y mística comunicación entre el torero y el toro, un lenguaje que solamente ellos dominan, un idioma compuesto de movimientos elegantes del capote, de las banderillas y las espadas, una lengua compuesta de resoplidos y de cuernos, de enormes ojos azabache cargados de ira y ternura al mismo tiempo, de lentejuelas e hilos de oro, un lenguaje que permite que por un instante, por un corto momento, un impresionante animal dispuesto a matar por defender su vida, se paralice unos cuantos segundos frente a un delgado individuo, que con todo respeto lo tome por sus cuernos, lo vea los ojos y le agradezca que le haya perdonado su humana vida.

Cada toro, cada torero, con cada caballo montado por Pablo Hermoso de Mendoza fui envolviéndome poco a poco de la fiesta brava, podría decirse que logró cautivarme, no se si al grado de convertirme en uno más de sus seguidores o en un simple espectador de ocasión, pero lo cierto es que aquella noche, noche en que Garibay, el Zotoluco y Pablo Hermoso de Mendoza salieron en hombros por la puerta grande del Coliseo del Centenario, yo salí dejando en esa misma puerta mis perjuicios necios y me lleve conmigo el encanto de los toros.

EL COLISEO DEL CENTENARIO… NO ME CONVENCE PARA NADA

EL COLISEO DEL CENTENARIO… NO ME CONVENCE PARA NADA

Construido aparentemente para conmemorar los primeros cien años de vida de mi querida y contaminada ciudad natal, Torreón, y para brindar a esta aun joven comunidad un lugar digno para celebrar casi todo tipo de espectáculos, en mi muy humilde opinión, ha fracasado en tan “nobles” propósitos, las razones son muy sencillas: incomodidad, poca funcionalidad y precios demasiado costosos.

Con arquitectura de reminiscencias romanas, el Coliseo del Centenario se yergue como la nueva plaza de toros de la región, ciertamente el edificio es moderno y cuenta con muchos servicios, como un bar llamado “Terraza Garibaldi” donde se pueden alquilar mesas para apreciar los toros en primera fila, un sucursal de “La Majada”, uno los restaurantes de mayor tradición en la ciudad, así como varias fuentes de sodas, mas en lo principal el coliseo falla rotundamente.

Para empezar carece de un estacionamiento funcional, pues no cuenta con los espacios suficientes para dar cabida a los automóviles de la mayoria de las personas que acuden al lugar, además, si aunamos que los accesos para llegar al Coliseo son en verdad insufribles, el resultado en general es un verdadero caos. Y no es que no haya espacio para hacer un estacionamiento más amplio, lo que pasa es que los empresarios, dueños del lugar, se niegan a negociar con el campesino propietario de los terrenos aledaños al coliseo, el cual esta dispuesto a vender los terrenos a cambio de un precio justo y no las bicocas con las que pretendían comprarle su único patrimonio la bola de tacaños.

El otro aspecto negativo del coliseo son sus asientos, que son la mar de incómodos, no sólo porque son pequeños, sino porque el diseño de los mismos obliga a quienes están sentados en ellos a mantener una postura recta casi antinatural, además los espacios entre una fila y otra son muy reducidos, por lo que cualquier movimiento podría terminar en un inesperado golpe a la persona de enfrente.

Otro punto en contra del Coliseo son los precios elevados de los boletos, que denotan la impaciencia de los empresarios de recuperar la inversión lo más pronto posible, y aunque si bien es cierto que los hay para todos los bolsillos, la verdad es que los costos no amerita la calidad de los asientos. Si a todo lo anterior sumamos pequeños pero importantes detalles como la carencia de espejos en los baños, las fallas de los extractores de humo, la lentitud con que trabajan los vendedores que además expenden las cervezas y los refrescos calientes, la poca organización de los acomodadores de asientos que no cumplen con su labor adecuadamente, pues en más de una ocasión los ví mover a gente de sitios en que ellos mismo los habían colocado, el coliseo cumple parcialmente con la misión para la que fue creado.

Y ya para rematar puedo decir que el diseño del lugar tampoco es muy bueno, si bien es moderno por dentro, por fuera la arquitectura del lugar carece de originalidad, incluso me atrevo a decir que es feo; el Coliseo del Centenario sigue las tendencia de diseño últimamente empleadas en Torreón, las cuales consisten básicamente en copiar monumentos o edificios de otros lugares, como por ejemplo la copia del Arco del Triunfo colocada en la nueva zona residencial de Torreón y que supuestamente es una de las más “nice” del momento. Probablemente lo que se pretendió hacer al construir este coliseo, fue que la gente lo identificara fácilmente, y lo entiendo, pero eso no exime el hecho de que el diseño sea bastante aburrido y soso, creo que la idea se pudo haber explotado de una manera más creativa y sofisticada, pero quizás eso hubiera costado más a los empresarios, lamentablemente el Coliseo no sólo es un monumento para conmemorar un siglo de vida de Torreón sino también el mal gusto de las nuevas generaciones de Torreonense, y digo de las nuevas generaciones, porque la verdad es que nuestros antepasados lograron construir edificios verdaderamente bellos que con el paso del tiempo y las malas administraciones gubernamentales han sido derrumbados, para dar paso a edificaciones tan horrendas como el anexo al Teatro Isauro Martínez, pues mientras que el teatro es una construcción antigua bastante admirable, su anexo es una cosa extraña, hecha con metal y espejos de muy mal gusto (gracias a Dios que ya lo están remodelando).

Ciertamente Torreón ya se merece un lugar que pueda alojar espectáculos de buena calidad, un lugar funcional y moderno, con la estructura, la tecnología y los servicios necesarios para brindar entretenimiento a los habitantes de esta ciudad, sin embargo no creo que el Coliseo cumpla con esa misión, y me da lastima porque las intenciones son bastante buenas, pero al menos en la inauguración se quedaron en eso, en meras intenciones.

BERLINALE 2008

BERLINALE 2008

Nuevo año y nuevo todo, o mejor dicho, nuevo arranque, pero no es generalmente enero el mes con el que inician las actividades importantes del mundo de las artes y los espectáculos, en realidad es en febrero cuando la maquinaria del entretenimiento internacional comienza a reactivarse, cuando se anuncian los carteles de los festivales de música o se fraguan los primeros rumores para los que habrán de celebrarse en el segundo semestre del año. Hay replanteaciones, renegociaciones, reajustes y demás retoques para que a lo largo del nuevo año, como si de una ley divina se tratara, se puedan celebrar todos los festivales de música, cine, artes y demás cosas que ni nos imaginamos, para de esta manera no destruir el status quo del que ya estamos completamente acostumbrados.

Febrero, el banal y superfluo febrero, no sólo es el mes en que se anuncia, generalmente, el cartel oficial del COACHELLA o se destapan los primeros rumores de otros festivales como el Glastonbury o el Lollapalooza, tampoco es el mes exclusivo de la temporada del “red carpet” en Estados Unidos, denominada así porque en este mes se entregan varios premios como los Golden Globe, los Grammy o los Oscar, sino que también es el mes de uno de los mejores festivales de cine del mundo, un festival que siempre ha sido considerado humano y divertido a pesar de realizarse en Alemania, me refiero al Festival de Cine de Berlín, mejor conocido como la Berlinale.

Como cinéfilo declarado, estoy al pendiente cada año de la celebración de los diversos festivales de cine en el mundo, a fin de conocer cuales son las películas que marcarán las pautas en los meses venideros, y con ello poder elegir bien una buena película a la hora de ir al cine o al momento de comprar un dvd, y así no tirar mi dinero a lo pendejo.

Pues en fin, la edición número 58 de la Berlinale, correspondiente (obvio) a este dos mil ocho ya ha concluido, y entre las sorpresas que ha dejado son el Premio Alfred Bauer y el Premio de la Critica Internacional al mexicano Fernando Eimbcke por su película “Lake Tahoe”, la verdad me parece bien que un mexicano haya ganado algún premio en la Berlinale, pero en honor a la verdad, jamás he sido de esas personas que se ponen la camiseta y se siente orgullos por los triunfos de sus compatriotas en el extranjero (con la excepción del mundo de la música y la literatura, donde en verdad me agrada saber, por ejemplo, que alguna banda de rock mexicana, que yo ya he escuchado, después resulta ser un éxito en otro país).

La verdad es que las propuestas de Eimbcke siempre me han dado mucho flojera, desde que era director de videos su trabajo ya me causaba sueño, y ni que decir de su tan mal lograda opera prima “Temporada de Patos”, la cual nunca termine de ver porque me quedaba dormido, aunque no me perdí de mucho pues trataba de unos niños bobos que sólo veían la televisión, vaya, en pocas palabras, el tipo es una completa “hueva” (flojera), pero pues el jurado y la critica de la Berlinale, que sabe más que un simple freak como yo, tuvo a bien en considerar su ultima cinta como una poesía de lo lento, por la parsimoniosa manera en que se desarrolla la historia del filme.

En lo que se estrena “Lake Tahoe” en México y me pierdo la “enorme oportunidad” de verla, pues aunque tenga el sello de garantía de Berlín, no pienso gastar mi dinero en un obra más de la aburrición de Fernando Eimbcke, les dejo la lista oficial del Pálmares de la Berlinale 2008:
Pálmares 2008

Oso de Oro:
'Tropa de Elite', de Jose Padilha (Brasil-Argentina).

Premio Especial el Jurado:
'Standard Operating Procedure', de Errol Morris (EEUU).

Oso de Plata al mejor director:
Paul Thomas Anderson, por 'There Will Be Blood' (EEUU).

Oso de Plata al mejor Actor:
Reza Najie por 'Avaze Gonjeshk-ha' ('Song Of Sparrows'), de Majid Majidi.

Oso de Plata a la mejor actriz:
Sally Hawkins, por 'Happy-Go-Lucky', de Mike Leigh.

Oso de Plata al mejor guión:
'Zuo You' ('In Love We Trust'), de Wang Xiao Shuai.

Oso de Plata a la contribución Artística:
'There Will Be Blood' (EEUU).

Premio Alfred Bauer:
'Lake Tahoe', de Fernando Eimbcke (México).

Premio Opera Prima:
'Asyl - Park and Love Hotel', de Kumazaka Isuru, (Japón).

Premio de la Crítica Internacional FIPRESCI:
'Lake Tahoe', de Fernando Eimbcke (México).

Premio Amnistía Internacional:
'Sleep Dealer', de Alex Rivera (México-EEUU).

Premio Generación 14-Plus:
'Cafe com Leite', de Daniel Ribeiro (Brasil).

Penelope en Berlín...

...y estas bellezas también.

lunes, 4 de febrero de 2008

EL DIABLO VISTE DE PRADA (Primera Parte)


EL DIABLO VISTE DE PRADA O LA NECESIDAD DE CONSEGUIR UN TRABAJO MEJOR SIN PERDER EL ESTILO
Primera
Parte

“La insistente voz de Miranda Priestly persigue a Andrea hasta en sueños: «¿An-dre-aaa?, ¡An-dre-aaa!». ¿Es este el trabajo con el que soñaba al salir de la universidad? ¿Es este el trabajo por el cual tiene que estar agradecida y sentirse tan afortunada? Sí, es la nueva asistente personal de Miranda, la legendaria editora de la revista femenina más glamourosa de Nueva York. Ella dicta la moda en el mundo entero, millones de lectoras siguen sus recomendaciones. Sus empleados y colaboradores la consideran un genio. Los grandes creadores la temen. Todos, sin excepción, la veneran. Todos, menos Andrea, que no se deja engañar por este escaparate de diseño y frivolidad tras el que se agazapa un diablo que viste un traje de chaqueta Prada (exclusivo, por supuesto), calza unos Manolo Blahnik y siempre luce un pañuelo blanco de Hermès.”.


Una película que consigue ponerme de excelente humor siempre que la veo es “The Devil Wears Prada”, dirigida por David Frankel, probablemente sea porque no es una película profunda y complicada, sino todo lo contrario, resulta un comedia fácilmente digerible, que si bien trasciende más allá de lo que se podría definir como una “película dominguera” para convertirse en una película entrañable, tampoco llega a considerarse una obra maestra o una renovación del genero.

Basada en la vendidísima novela de la norteamericana Lauren Weisberger, el encanto de “The Devil Wears Prada” radica en sus personajes protagónicos: Andrea Sachs, interpretado por Anne Hathaway, y Miranda Priestly, magistralmente encarnado por Meryl Streep, así como los personajes de soporte Emily y Nigel, interpretados por Emily Blunt y Stanley Tucci respectivamente.

Como espectador, el personaje con quien me resulta más fácil conectarme es Andrea, pues por principio es una chica normal que como muchos jóvenes de su edad se ve tratando de sobrevivir en el mundo de los adultos con un título universitario pero sin trabajo. Aunque con mucho intelecto, la juventud y poca experiencia de Andy le brindan pocas oportunidades para salir adelante, pero de pronto aparece frente a sus narices el trabajo por el que millones de chicas en el mundo matarían: trabajar como asistente de Miranda Priestly, la legendaria editora de la revista “Runway”, la publicación de modas más importante del orbe; trabajar para ella durante un año le permitiría a Andrea obtener el trabajo de periodista que tanto ha deseado.

La historia comienza con la llegada de Andy a las imponentes oficinas de Elias Clarke, compañía editorial de la que forma parte “Runway”, para entrevistarse con Miranda, quien acaba de despedir a la última de una serie de asistentes que a sus ojos ha sido una más de una cadena de decepciones; si bien la entrevista resulta ser una completo desastre, Miranda decide contratarla, ya que aunque según ella Andy es una chica “…desaliñada y gorda…” (cuando en realidad sea talla 6), su impresionante currículum y sus ganas de aprender la incitan a probar con una asistente distinta de las que generalmente contrata: “chicas a la moda, delgadas, por su puesto, que veneran la revista… y estupidas”.

Sin embargo, Andy no sabe que, literalmente, su jefa es en realidad el mismísimo Satanás, claro, elegante y a la moda, pero de igual forma demoníaco. Miranda es una de esas villanas que terminas amando, no sólo por que es malvada, sino porque es inteligente, cada uno de sus actos esta regido por la razón y no por sus sentimientos, es fría y calculadora, la clase de persona que odias pero de la que te encantaría conseguir su aprobación.

La vida de Andrea dará un giro de trescientos sesenta grados a partir del primer día que empieza a trabajar para “Runway”, pues entre Miranda y Emily se encargaran de hacerla sufrir, la primera solicitándole las tareas más disparatadas y psicoticas que van más allá de una simple taza de café o contestar el teléfono, pues entre sus funciones están recoger la ropa de la tintorería, preparar su comida, hacer sus compras personales, hacer la tarea de sus hijas, aprender los nombres de todos los invitados de una fiesta para que le ayude a recordarle quienes son estos y hasta conseguir el manuscrito no publicado del último tomo de Harry Potter. Para colmo, Emily no la ayuda para nada, al contrario, se burla de ella cada que hay oportunidad y le asigna aun más tareas de las que ya tiene.

En un inicio, Andy lucha por mantener firmes sus ideales y sus metas, no se deja engañar fácilmente por el escaparate de glamour y belleza que representan las “chicas Runway” (modelos, editoras, fotógrafas y demás colaboradoras de la revista que siempre usan tacones altos) y la bruja que tiene como jefa, sin embargo el mundo de la moda y el jet set neoyorquino terminaran seduciéndola, a tal grado que con el paso del tiempo y un poco de la ayuda de Nigel, el brazo fuerte de Miranda y segundo al mando de “Runway”, quien se convierte en una especie de hada madrina para Andy, ésta conseguirá adaptarse a su nuevo trabajo e inclusive llegar a talla cuatro y convertirse en una mujer sofisticada y la moda, entregándose por completo a su labor como asistente de Miranda mientras su vida personal se desmorona.

La película es graciosa, y aunque si bien no consigue sacar carcajadas, si deja una sonrisa en los labios de quien la ve; el problema con “The Devil Wears Prada” es el discurso moral que hay detrás de ella, un discurso que al final no resulta nada creíble, por un lado el filme de Frankel pretende hacer una critica fuerte al mundo de la moda a través de la sátira, objetivo que se pierde por completo cuando el director también pretende honrar este universo fashion que genera miles de millones de dólares y euros al año, por lo que al final la película no resulta ser tan critica; por otro lado, llega un momento casi al final de la película que ésta se torna forzada y un poco desconectada, probablemente porque al director se le acababa el tiempo para llegar al desenlace y busca desesperadamente una forma sencilla de llegar al final, esto sucede cuando los amigos y el novio de Andy cuestionan su cambio de imagen y su exagerada entrega al trabajo, discurso moralino que tampoco resulta nada creíble, ya que en pocas escenas y de una forma muy desafortunada, la guionista pretende plantear un problema que requería un poco más de tiempo o por lo menos una forma más ingeniosa de resolverlo.

El punto afortunado del guión de Aline Brosh McKeena, encargada de adaptar la novela de Lauren Weisberger, es el discurso que ofrece sobre la relación jefe-empleado, el cual no es capaza de desarrollar la Weisberger en su novela, ya que mientras que en la película se explica de manera clara y concisa cómo Andy desea conseguir la aprobación de su jefa, con todo y que ésta es una perra, y en el camino logra superarse, aprender de sus errores y tomar lo mejor de Miranda para ella misma, en la novela la escritora desahoga las frustraciones, traumas y resentimientos adquiridos de su experiencia como empleada de Anna Wintour, la mítica editora de la revista Vogue, contándonos una historia muy personal, casi biográfica, que en este aspecto resulta un poco subjetiva, por lo que no muestra al lector las dos caras de la moneda como si lo hace la película, es decir, lo bueno y lo malo que puede tener un superior jerárquico.

Los que hemos tenido un jefe, por más gruñón y déspota que éste sea, no podemos negar que aunque lo odiemos siempre buscamos obtener una gracia de él, demostrarle que estamos a su altura y lo profesionales que somos, y al final, querámoslo o no, terminamos aprendiendo, para bien o para mal, de él, e inclusive adaptamos algo de su personalidad a la nuestra, como la ocurre a Emily y Andrea con Miranda. Mientras que en el libro Miranda Priestly es una bruja de principio a fin de la novela sin razón alguna, en la película la maldad de la villana tiene una razón de ser que la hace más verosímil, esto queda patente con la reivindicación que se hace al final de la cinta del personaje que interpreta Meryl Streep, cuando Miranda ayuda a Andrea a conseguir trabajo y le dedica un pequeña sonrisa desde su automóvil sin que Andy la vea, lo anterior nos explica de manera inteligente que Miranda no es mala nada más por que sí, es mala porque las circunstancias de su vida, sus responsabilidades y el estrés la obligan a ser de esa forma, Miranda es un mujer profesional luchando en un mundo dispuesto a tragarla si se deja, y la única manera de enfrentarlo es siendo mala, aunque la verdad, a ella le encanta ser una maldita.

Pero a final de cuentas la película termina siendo estupenda, graciosa y divertida, digna de verse una y otra vez, al menos yo la veo siempre que me siento deprimido o cuando mi superior jerárquico me reprende; desde que ví “El Diablo Viste de Prada”, ésta se ha convertido en una de mis películas favorita.

Diez datos curiosos sobre “The Devil Wears Prada”:

1.- Carlos Dengler, bajista de INTERPOL, colaboró con algunos demos para la banda sonora de la película, sin embargo, finalemnte fue Theodore Shapiro el encargado de componer la música original del filme.

2.- Aunque Lauren Weisberger lo niegue, “The Devil Wears Prada” esta basada en sus anécdotas como asistente de Anna Wintour, la déspota pero brillante editora de la revista Vogue en su edición norteamericana, una de las figuras mas temidas del mundo de la moda (Mas datos en la próxima entrega).

3.- El vestuario quedó a cargo de Patricia Field, la misma que vistiera a Sara Jessica Parker y compañía para la serie “Sex and the City”; Field obtuvo una merecida nominación al oscar por su trabajo, sin embargo y aunque la película girara alrededor de la ropa, lo perdió frente al imponente vestuario de “Marie Antoinette” diseñado por Milena Canonero, yo sin duda también hubiera votado por Milena, y si no me creen he aquí una muestra:
Patrcia Field (izquierda), Milena Canonero (derecha) y el vestuario ganador (abajo)

4.- En un inicio se tenia planeado que el entrañable personaje de Miranda Prestly lo encarnara Helen Mirren y no Meryl Streep, afortunadamente, para nosotros eso no fue así, ya que aunque la primera es una excelente actriz, Streep levanta una película que pudo haber quedado como un episodio más de “Sex and the City”; la magistral actuación de Meryl Streep, que se convierte en la columna vertebral de la cita y en toda una cátedra de actuación, le valió un Golden Globe y una nominación al Oscar, la cual curiosamente perdió frente a Helen Mirren, quien interpretara a la Reina Isabel II de Inglaterra en la película “The Queen”.

5.- Giselle Bundchen aceptó trabajar en la cinta cuando le ofrecieron el personaje de Serena, una ex-asistente de Miranda y la mejor amiga de Emily (Emily Blunt), y no el papel de una modelo como originalmente se tenia pensado.

6.- Valentino, el famoso diseñador italiano y la hermosísima modelo alemana Heidi Klum, decidieron colaborar en la película por invitación de la productora Wendy Finerman y la diseñadora Patricia Field, en la secuencia de los desfiles en la Semana de la Moda de Paris.

7.- Aunque la película se llama “El Diablo Viste de Prada”, en realidad Meryl Streep, quien hace a Miranda, casi no viste de Prada en la cinta, una de la pocas cosas que uso de esta marca fue la bolsa blanca que aparece casi al inicio, cuando Miranda llega al edificio de Elias Clarke para entrevistar a Andy.

8.- La cabellera platinada que usa Meryl Streep fue, aparentemente, una idea suya, pero en realidad dicen las malas lenguas que Anna Wintour, la mujer que inspiro el personaje de Miranda, solicitó a la producción que el personaje fuera lo menos parecido físicamente a ella.

9.- Stanley Tucci y Emily Blunt fueron los últimos actores en ser contratados, para nuestra suerte se quedaron con los personajes de Nigel y Emily, respectivamente, pero esto fue de mala suerte para Anne Hathaway, pues terminan robándole cada escena en que participan con ella, es más, Blunt se come tanto el personaje de Andy, que al final para equilibrar las cosas, de 45 cambios de vestuario que se tenían planeados para Hathaway, ésta uso mas de 65 para hacerla notar más, y por si fuera poco, en algún momento el director también pensó en la posibilidad de recortar escenas de Emily o quitarle el asentó ingles que caracteriza a su personaje y que la hace una villana muy perra, gracias a Dios que no lo hizo.
Emily Blunt, la bella asistente de Miranda

10.- “The Devil Wears Prada” no sólo es el nombre de la novela y la película, también es el nombre de una banda de metalcore norteamericana… raro ¿no?



LA ROLA DEL MES

ROLA NÚMERO NUEVE - FEBRERO
Once upon a time you dressed so fine
You threw the bums a dime in your prime, didn't you?
People'd call, say, "Beware doll, you're bound to fall"
You thought they were all kiddin' you
You used to laugh about
Everybody that was hangin' out
Now you don't talk so loud
Now you don't seem so proud
About having to be scrounging for your next meal.

How does it feel
How does it feel
To be without a home
Like a complete unknown
Like a rolling stone?

You've gone to the finest school all right, Miss Lonely
But you know you only used to get juiced in it
And nobody has ever taught you how to live on the street
And now you find out you're gonna have to get used to it
You said you'd never compromise
With the mystery tramp, but now you realize
He's not selling any alibis
As you stare into the vacuum of his eyes
And ask him do you want to make a deal?

How does it feel
How does it feel
To be on your own
With no direction home
Like a complete unknown
Like a rolling stone?

You never turned around to see the frowns on the jugglers and the clowns When they all come down and did tricks for you You never understood that it ain't no good You shouldn't let other people get your kicks for you You used to ride on the chrome horse with your diplomat Who carried on his shoulder a Siamese cat Ain't it hard when you discover that He really wasn't where it's at After he took from you everything he could steal.

How does it feel
How does it feel
To be on your own
With no direction home
Like a complete unknown
Like a rolling stone?

Princess on the steeple and all the pretty people
They're drinkin', thinkin' that they got it made
Exchanging all kinds of precious gifts and things
But you'd better lift your diamond ring, you'd better pawn it babe You used to be so amused At Napoleon in rags and the language that he used Go to him now, he calls you, you can't refuse When you got nothing, you got nothing to lose You're invisible now, you got no secrets to conceal.

How does it feel
How does it feel
To be on your own
With no direction home
Like a complete unknown
Like a rolling stone?