50 AÑOS DE LA NUEVA OLA FRANCESA
La Nouvelle Vague o "Nueva Ola", es la corriente más notable del cine francés, surgida en la década de los cincuentas como respuesta a la falta de creatividad, modernidad, dinamismo y credibilidad de las producciones cinematográficas de “alta calidad” de aquel país en ese momento, agrupó en su seno a una serie de directores, previamente críticos cinematográficos, que pugnaban por la libertad plena de sus obras, ya fuera ésta de expresión, producción, técnica o artística.
La "nueva ola" se caracterizó por ser un reflejo fiel y real de la juventud francesa de su época, pues construyó sus tramas a partir de las inquietudes y la cosmovisión de una sociedad que, tras vivir el horror de la Segunda Guerra Mundial, cuestiona su existencia y su felicidad. Aunado a lo anterior, las películas de la Nouvelle Vague también se distinguieron por contar con presupuestos verdaderamente austeros y por mostrar un cine innovador y avanzado, debido en gran medida a las libertades tomadas por sus directores, que por ejemplo, se atrevieron a filmar en locaciones exteriores, consiguiendo así una iluminación más natural, la cual, dependiendo de los sentimientos vertidos en los guiones, unas veces era diáfana y otras tantas intensamente obscura; de igual manera, dichos directores otorgaron a los actores la libertad de improvisar sus diálogos y movimientos, a fin de que sus actuaciones fueran mas espontáneas y naturales, logrando con ello que los espectadores no sintiera que se trataba de la mera interpretación de un personaje, sino de la vivencia real de un ser humano en la que de pronto se veían inmersos. Otra nota propia de este cine, es la pulcritud de su fotografía en blanco y negro, detalle que dota a las cintas de una atemporalidad visual que nos puede hacer pensar que fueron filmadas recientemente.
La historia de la “Nueva Ola”, como las películas que de ella derivan, no es muy compleja pero si muy interesante, y básicamente es la siguiente: en 1951, André Bazin fundó la revista “Cahiers Du Cinema” (Cuadernos de Cine), que como su nombre lo indica se avocó al llamado “séptimo arte”, la cual alcanzó rápidamente una popularidad insospechada, principalmente por la fuertes criticas que los colaboradores de ésta hacían contra las producciones cinematográficas francesas. Los escritores de “Cahiers Du Cinema” no eran plumas improvisas, sino más bien lo contrario, ya que la mayoría de ellos habían trabajado como guionistas dentro de las producciones que más tarde repudiaron, además, todos contaba con un amplio bagaje cultura y una extensa noción del cine, de ahí que nadie mejor que ellos para poder realizar una critica con conocimiento de causa.
Con el tiempo, como ocurre con el lector consuetudinario que tarde o temprano siente la necesidad de escribir, su amor por el cine trascendió más allá del papel para quedar plasmado en el celuloide; los primeros trabajos de los miembros de la Nouvelle Vague fueron “Los 400 Golpes”, magnánima obra del maestro François Truffaut, quien en 1959 ganó con dicho filme el premio de mejor dirección en el Festival de Cannes, y la clásica cinta de Alain Resnais, “Hiroshima Mon Amour”. Además de Truffaut y Resnais, Jean-Luc Godard, Claude Chabrol, Jean Pierre Melville, Jacques Rivette y Eric Rohemer (por mencionar algunos), figuraron como los directores más importantes de la Nueva Ola del cine Francés.
Con motivo de los 50 años del surgimiento de la Nouvelle Vauge, la Cineteca Nacional y la Embajada de México en Francia, en colaboración con el Canal Once del Instituto Politécnico Nacional, el Instituto Mexicano de la Radio y Fundación Televisa, han organizado una serie de actividades para celebrarlos, las cuales como siempre se habrán de circunscribir al centro del país; sin embargo, gracias al Canal Once, los que cuenten con el privilegio de recibir su señal en la televisión, podremos disfrutar todos los miércoles del mes de julio, en punto de las 22:00 horas, de un ciclo compuesto con varias de las películas más representativas de la Nueva Ola Francesa, brindándonos así la posibilidad de participar de los festejos y ver muchas de estas cintas que son tan difíciles de conseguir en México. Si tienen la oportunidad no se las pierdan, ya sea en la Cineteca o en la TV, pues la mayoría son películas de una gran belleza y de un valor único, ya que en mi opinión, los directores de la Nouvelle Vauge son para el cine, lo que los Beatles son para la música: “profetas que renovaron nuestra forma de apreciar la vida”.
1 comentario:
Q tal!!!...Me he topado con tu blog por segunda vez, la 1ra buscando una imagen d Kessler i luego buscando su historial musical, y me parecio piola q sepas tanto de la banda en Si, màs q solo d Kessler... Como t daras cuenta tb soy fanatiko del grupo pero sobre todo lo q me llamo la atencion y por lo cual t escribo es por este pedazo del blog lo del cine Frances y por ver unas imagenes d 2 pelas del Gran Truffaut y eso se lo digo solo con haber visto pokas peliculas d el, pero con la q me mato y con la q identifico una buena parte d mi vida es con los 400 golpes,a lo q voy es q me vacilo mucho tu blog y espero seguir viendo buenas cosas cuando me de una vuelta por aqui, nos vemos!!!
Publicar un comentario