domingo, 17 de febrero de 2008

EL COLISEO DEL CENTENARIO… NO ME CONVENCE PARA NADA

EL COLISEO DEL CENTENARIO… NO ME CONVENCE PARA NADA

Construido aparentemente para conmemorar los primeros cien años de vida de mi querida y contaminada ciudad natal, Torreón, y para brindar a esta aun joven comunidad un lugar digno para celebrar casi todo tipo de espectáculos, en mi muy humilde opinión, ha fracasado en tan “nobles” propósitos, las razones son muy sencillas: incomodidad, poca funcionalidad y precios demasiado costosos.

Con arquitectura de reminiscencias romanas, el Coliseo del Centenario se yergue como la nueva plaza de toros de la región, ciertamente el edificio es moderno y cuenta con muchos servicios, como un bar llamado “Terraza Garibaldi” donde se pueden alquilar mesas para apreciar los toros en primera fila, un sucursal de “La Majada”, uno los restaurantes de mayor tradición en la ciudad, así como varias fuentes de sodas, mas en lo principal el coliseo falla rotundamente.

Para empezar carece de un estacionamiento funcional, pues no cuenta con los espacios suficientes para dar cabida a los automóviles de la mayoria de las personas que acuden al lugar, además, si aunamos que los accesos para llegar al Coliseo son en verdad insufribles, el resultado en general es un verdadero caos. Y no es que no haya espacio para hacer un estacionamiento más amplio, lo que pasa es que los empresarios, dueños del lugar, se niegan a negociar con el campesino propietario de los terrenos aledaños al coliseo, el cual esta dispuesto a vender los terrenos a cambio de un precio justo y no las bicocas con las que pretendían comprarle su único patrimonio la bola de tacaños.

El otro aspecto negativo del coliseo son sus asientos, que son la mar de incómodos, no sólo porque son pequeños, sino porque el diseño de los mismos obliga a quienes están sentados en ellos a mantener una postura recta casi antinatural, además los espacios entre una fila y otra son muy reducidos, por lo que cualquier movimiento podría terminar en un inesperado golpe a la persona de enfrente.

Otro punto en contra del Coliseo son los precios elevados de los boletos, que denotan la impaciencia de los empresarios de recuperar la inversión lo más pronto posible, y aunque si bien es cierto que los hay para todos los bolsillos, la verdad es que los costos no amerita la calidad de los asientos. Si a todo lo anterior sumamos pequeños pero importantes detalles como la carencia de espejos en los baños, las fallas de los extractores de humo, la lentitud con que trabajan los vendedores que además expenden las cervezas y los refrescos calientes, la poca organización de los acomodadores de asientos que no cumplen con su labor adecuadamente, pues en más de una ocasión los ví mover a gente de sitios en que ellos mismo los habían colocado, el coliseo cumple parcialmente con la misión para la que fue creado.

Y ya para rematar puedo decir que el diseño del lugar tampoco es muy bueno, si bien es moderno por dentro, por fuera la arquitectura del lugar carece de originalidad, incluso me atrevo a decir que es feo; el Coliseo del Centenario sigue las tendencia de diseño últimamente empleadas en Torreón, las cuales consisten básicamente en copiar monumentos o edificios de otros lugares, como por ejemplo la copia del Arco del Triunfo colocada en la nueva zona residencial de Torreón y que supuestamente es una de las más “nice” del momento. Probablemente lo que se pretendió hacer al construir este coliseo, fue que la gente lo identificara fácilmente, y lo entiendo, pero eso no exime el hecho de que el diseño sea bastante aburrido y soso, creo que la idea se pudo haber explotado de una manera más creativa y sofisticada, pero quizás eso hubiera costado más a los empresarios, lamentablemente el Coliseo no sólo es un monumento para conmemorar un siglo de vida de Torreón sino también el mal gusto de las nuevas generaciones de Torreonense, y digo de las nuevas generaciones, porque la verdad es que nuestros antepasados lograron construir edificios verdaderamente bellos que con el paso del tiempo y las malas administraciones gubernamentales han sido derrumbados, para dar paso a edificaciones tan horrendas como el anexo al Teatro Isauro Martínez, pues mientras que el teatro es una construcción antigua bastante admirable, su anexo es una cosa extraña, hecha con metal y espejos de muy mal gusto (gracias a Dios que ya lo están remodelando).

Ciertamente Torreón ya se merece un lugar que pueda alojar espectáculos de buena calidad, un lugar funcional y moderno, con la estructura, la tecnología y los servicios necesarios para brindar entretenimiento a los habitantes de esta ciudad, sin embargo no creo que el Coliseo cumpla con esa misión, y me da lastima porque las intenciones son bastante buenas, pero al menos en la inauguración se quedaron en eso, en meras intenciones.

2 comentarios:

Diana dijo...

ay por Dios!! nomás me fui y siguieron haciendo burradas mis paisanos, pues ¿quién fregados aprueba esas disque obras de modernidad que están para llorar de la pena ajena?a todo esto, ¿dónde se ubica? disculpa mi ignorancia, es que nadie me informa de estas cosas

me cae que cada cosa que quieren hacer, nueva o no, siempre les queda mal (citemos el caso famoso del DVR que supuestamente ya estaban demoliendo, las butacasn incómodas del teatro Nazas, el anexo al TIM...) en cuanto abrí la página dije: ay wei, ¿¿qué rayos es esa cosa amarillo taxi?? qué pena decir que eso está mi amado rancho polvoriento ¬¬

qué le va a hacer uno, no??

Holden ArG dijo...

esta horrible, esta aun costado de la feria, frente a Galerias Laguna... bueno, por ese rumbo.