martes, 16 de septiembre de 2008

LOS HORRIBLES DÍAS DE AGOSTO

LOS HORRIBLES DÍAS DE AGOSTO
Sin animo de ser extremista -como es mi costumbre-, con plena justificación creo poder calificar el pasado mes de agosto como uno de los más “desastrosos” hasta el momento, lo que definitivamente lo hace el más fuerte candidato para convertirse en el peor mes del año, aunque como bien lo he aprendido estos días: cuando uno cree que lo peor ha pasado, casi siempre ocurre algo que te demuestra lo contrario (la misma regla se aplica en sentido positivo, afortunadamente).

Una de las tantas pruebas de lo malo que fue ese mes para mí, es la escasa actualización de mis crónicas hasta ahora, ya sea por la falta de tiempo libre, o bien por la falta de animo o energías para hacerlo. Por otro lado, mis actividades sociales se vieron seriamente limitadas, pues estuve completamente negado a salir con mis amigos o a cumplir con cualquier otra de las acostumbradas diligencias de mi agenda mensual; la verdad es que he estuve muy deprimido, y como consecuencia de ello, también acumulé mucha energía negativa, y es que aunque intenté sentirme mejor con métodos que van desde los banales y superfluos -pero efectivos-, como ir de compras (que ahora de plano no funcionó del todo), hasta lo profundo y complicado como la aromaterapia, sin olvidar mi cura favorita: la “tragonoterapía” (que tampoco funcionó, y para colmo de males me genero un kilo y medio más de peso).

La única “terapia” que me faltaba emplear para deshacerme de esa tristeza y energía negativa era la escritura, la cual creo que hasta el momento me ha servido como una especie de “exorcismo mental”, una vía para el “recuento de los daños” que me ha permitido despojarme de la energía destructiva de que me encontraba anegado últimamente.

Creo que está de más escribir en mis crónicas lo ocurrido ese mes, pues ya mi “diario” privado guarda una constancia de lo acaecido en aquellos días (los cuales prefiero olvidar por el momento), además de que no me gustaría llenar de vibras negativas mí blog; sin embargo, no es óbice a lo anterior comentarles que, entre las “pérdidas” materiales del mes anterior, mi querida laptop DELL pasó a mejor vida, acontecimiento que por un lado engrosó la lista de razones por las que estas crónicas no se habían actualizado, y por otro me obligó a realizar un gasto no previsto para adquirir una computadora nueva: una hermosa HP Pavilion Notebook Negra, que se ha convertido en mi nueva adoración tecnológica (sin duda, no hay mal que por bien no venga).

Aun hoy, después de haber transcurrido tantos días en que concluyó el horripilante agosto, me es difícil entender qué pasó, de qué manera se fueron desarrollando esa serie de eventos catastróficos, males, sucesos y acontecimientos que menguaron mi estado de ánimo y me provocaron una depresión que antes no había conocido; sin embargo, en este momento me siento en paz conmigo, tranquilo y sumamente relajado, he retomado viejas actividad e iniciado nuevas aventuras; a partir del uno de septiembre sepulté agosto, me olvide de él, quedó afortunadamente en el pasado, como diría Edith Piaf: “…C'est payé, balayé, oublié, Je me fous du passé…” (está pagado, barrido, olvidado, ya me harte del pasado); ciertamente aun hay “heridas” abiertas, pero la mayoría ya han cicatrizado por completo, más sé con el tiempo todas habrán de sanar.


3 comentarios:

omar dijo...

la neta esa frase me latio mi buen en serio agosto que mal mes ehh
pues esta loco tu blog me latio ya que adoro= la musica¡¡¡
va pues sigue asi

Holden ArG dijo...

Qué te puedo deci, agosto siempre es un mes bastante loco...

Anónimo dijo...

Animo!!!