Dentro de la lista de mis de directores de cine favoritos, no puede faltar el gran director sueco INGMAR BERGMAN, el cual lamentablemente falleció el pasado 30 de julio a la edad de 89 años, en su tranquila casa del faro, ubicada en el Mar Báltico.
Bergman es considerado el gran maestro del cine sueco; a lo largo de su carrera dirigió aproximadamente 40 filmes, de los que destacan “Fresas Salvajes” (1945), "Gritos y susurros" (1972), "Escenas de la vida conyugal" (1974), "Sonata de otoño" (1978), "Fanny y Alexander" (1982), y la que en mi opinión es su mejor película, "El séptimo sello" (1957).
“El Séptimo Sello” es una de esas cintas de culto, con escenas transcendentales que aun hoy son objeto de estudio para las nuevas generaciones de cineastas; cargada de simbolismos existencialistas, “El Séptimo Sello” plantea la constante lucha de la vida sobre la muerte, y el inevitable destino de todo ser humano: la tumba.
“El Séptimo Sello” cuenta la historia de un caballero que regresa de las cruzadas para reencontrarse con su amada, pero el camino que lo conduce a su castillo esta cargado de epidemias, dolor y podredumbre; a lo largo de su travesía, el caballero desgarrara su corazón viendo como las oscuridad y la superstición destruyen la que en otro tiempo fuera una ciudad prospera y de luz. Pero al mitad de su viaje, el joven caballero se topa con un siniestro ser que viste una capucha negra, su efigie es blanca como las nieves de los Alpes y sus ojos de un negro profundo, el caballero conoce perfectamente bien a este ser: la muerte.
La muerte le anuncia que ha llegado su hora, pero el caballero no pierde su valentía ante la soberbia figura de la muerte, y lo reta a jugar su inevitable destino en una elegante partida de ajedrez. “El Séptimo Sello”, es la obra cumbre del maestro Ingmar Bergman, y una de las películas que más polémica han causado en la historia del Festival de Cannes, ya que aunque se hizo acreedora al Premio del Gran Jurado, no se le dio la Palma de Oro; sin embargo, el festival francés, lo resarció ampliamente en 1997, cuando en su quincuagésima edición le otorgó la “Palma de las Palmas”, por la obra de su vida, consagrándolo de esta manera como el cineasta más importante de todos los tiempos.
El maestro también triunfo en la Berlinale, cuando en el año de 1958 ganó el Oso de Oro del Festival cinematográfico de Berlín con “Fresas salvajes”, sin embargo una de sus cintas más premiadas fue “Fanny y Alexander”, obra sobre su infancia y su pasión por el espectáculo, con la que se hizo acreedor a cuatro premios Oscar. Pero al maestro también se le debe, en gran medida, la fundación de la Academia del Cine Europeo, que año con año entrega sus premios, y los cuales han reconocido a cineastas como Pedro Almodóvar, Alejandro Amenábar, Lars Von Trier y Roberto Benigni.
El maestro estuvo casado cinco veces, pero el amor de su vida fue la actriz Liv Ullmann, icono feminista de la década de los setentas, que protagonizara algunas de las grandes películas del gran cineasta, como “Sonata de Otoño”.
El maestro Bergam, al igual que otros grandes como Fellini, Hitchcock o Buñuel, formo parte del periodo más luminoso en la historia del cine, una época en que la filosofía se mezclaba con las imágenes; en que no había divisiones entre lo comercial y el arte, el cine era arte por si mismo; en que las grandes actrices destrozaban corazones con una sola mirada; en que las bandas sonoras eran verdaderas sinfonías de dolor o alegría; un cine que empleaba grandes foros y pequeñas artesanías transformadas en ciudades; un cine por el cual valía la pena existir. Descanse en Paz Eternamente el Gran Maestro Ingmar Bergman.
martes, 31 de julio de 2007
MUERE INGMAR BERGMAN, EL GRAN MAESTRO DEL CINE SUECO.
MUERE INGMAR BERGMAN, EL GRAN MAESTRO DEL CINE SUECO.
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