HARRY POTTER AND THE DEATHLY HALLOWS, MAS QUE EL FIN DE UNA SAGA, ES EL FIN DE UNA ÉPOCA.
A pocos días de haber salido a la venta el último libro de la saga de Harry Potter and The Deathly Hallows, ya se siente la tristeza; la publicación de este libro implica el fin de una época, si bien hay Harry Potter para rato, no sólo por que la entrega de películas aun no termina, o porque el merchandise de la Warner no lo dejará morir, la autora de los libros J.K. Rowling ha prometido que la historia de Harry concluye con este séptimo libro.
De Harry y su pandilla ya hay a la venta miles de objetos para saciar los más exigentes instintos de los coleccionistas, hay planes para crea un parque temático de Hogwarts y hasta se habla de otros libros relacionados con el mundo del joven mago, pero ni hablar de un octavo libro, o al menos hasta el momento ese es el plan la escritora. Pero lejos de toda esa mercadotecnia, la labor de J.K. Rowling es admirable, gracias a ella, no sólo cientos de miles de niños y hasta adultos, dejaron de lado los videojuegos y la t.v., y volvieron su cara a literatura; gracias a ella y a Harry, muchos niños serán, hasta el final de sus días, lectores insaciables. Los libros de Harry Potter son maravillosos, si bien tienen crueles retractores, son más los críticos que alban la profundidad y filosofía de la historia del hechicero favorito del mundo, como por ejemplo Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez, que se declaran seguidores de la historia del maguito.
El existo en los libro de J.K. Rowling radica en el respeto que brinda a su lector original, los niños, en cuanto a que no los trata como retrasados o tontos, ya no les da una historia pueril e inocente, no, Rowling les plantea una historia con todos los matices que tiene la existencia del ser humano: alegría y tristeza, odio y amor, muerte y vida, oscuridad y felicidad, pero si además le agrega ese toque de magia, la historia resulta ser una obra maestra de la literatura.
J.K. Rowling es la nueva Oscar Wild, la Perrualt o la Hans Christian Andersen de nuestros tiempos, la Sherezada de carne y hueso, la nueva reina de la literatura infantil. Aunque sus últimos libros han perdido la magia y la frescura de los primeros, de todas formas su trabajo sigue siendo fantástico. Probablemente el único pecado de la Rowling haya sido vender su obra a la Warner, y permitir que se explotara comercialmente a tales dimensiones, pero no se le puede culpar, el dinero es tentador, y tarde o temprano, como ocurre con las buenas obras literarias, el cine demandaría su total y absoluta sumisión, así que se comprende la decisión de Joan Rowling: mejor que la venda ella a uno de sus descendiente, mejor estar bien comidita y viajada, a ser una gran artista muerta de hambre.
Yo me dispongo a leer el último libro, y con ello decir oficialmente adiós a uno de mis personajes consentidos de la literatura, únicamente superado por “El Principito” de Antoine de Saint-Exupéry. Se que al terminar de leer este libro, al dar la vuelta a la última página, volveré a experimentar aquella vieja sensación que me evocó la primera vez que termine de leer “El Principito”: una tristeza y un vació, como cuando un amigo se marcha, con la salvedad de que este amigo volverá cada vez que habrá el libro y comience a leer otra vez.
De Harry y su pandilla ya hay a la venta miles de objetos para saciar los más exigentes instintos de los coleccionistas, hay planes para crea un parque temático de Hogwarts y hasta se habla de otros libros relacionados con el mundo del joven mago, pero ni hablar de un octavo libro, o al menos hasta el momento ese es el plan la escritora. Pero lejos de toda esa mercadotecnia, la labor de J.K. Rowling es admirable, gracias a ella, no sólo cientos de miles de niños y hasta adultos, dejaron de lado los videojuegos y la t.v., y volvieron su cara a literatura; gracias a ella y a Harry, muchos niños serán, hasta el final de sus días, lectores insaciables. Los libros de Harry Potter son maravillosos, si bien tienen crueles retractores, son más los críticos que alban la profundidad y filosofía de la historia del hechicero favorito del mundo, como por ejemplo Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez, que se declaran seguidores de la historia del maguito.
El existo en los libro de J.K. Rowling radica en el respeto que brinda a su lector original, los niños, en cuanto a que no los trata como retrasados o tontos, ya no les da una historia pueril e inocente, no, Rowling les plantea una historia con todos los matices que tiene la existencia del ser humano: alegría y tristeza, odio y amor, muerte y vida, oscuridad y felicidad, pero si además le agrega ese toque de magia, la historia resulta ser una obra maestra de la literatura.
J.K. Rowling es la nueva Oscar Wild, la Perrualt o la Hans Christian Andersen de nuestros tiempos, la Sherezada de carne y hueso, la nueva reina de la literatura infantil. Aunque sus últimos libros han perdido la magia y la frescura de los primeros, de todas formas su trabajo sigue siendo fantástico. Probablemente el único pecado de la Rowling haya sido vender su obra a la Warner, y permitir que se explotara comercialmente a tales dimensiones, pero no se le puede culpar, el dinero es tentador, y tarde o temprano, como ocurre con las buenas obras literarias, el cine demandaría su total y absoluta sumisión, así que se comprende la decisión de Joan Rowling: mejor que la venda ella a uno de sus descendiente, mejor estar bien comidita y viajada, a ser una gran artista muerta de hambre.
Yo me dispongo a leer el último libro, y con ello decir oficialmente adiós a uno de mis personajes consentidos de la literatura, únicamente superado por “El Principito” de Antoine de Saint-Exupéry. Se que al terminar de leer este libro, al dar la vuelta a la última página, volveré a experimentar aquella vieja sensación que me evocó la primera vez que termine de leer “El Principito”: una tristeza y un vació, como cuando un amigo se marcha, con la salvedad de que este amigo volverá cada vez que habrá el libro y comience a leer otra vez.
1 comentario:
Genial :D primera haciendo comentario!!!!
pues me uno a ti en el sentimiento de vacio que deja leer la ultima pagina y pensar que ya nunca mas tendremos la emocion de volver a ver en una nueva aventura a nuestro mago de lentes favorito...
Leer Deathly Hallows fue para mi una experiencia increible, desde tener el libro por fin en mis manos despues de esperarlo por algun tiempo, queria comermelo con los ojos, pero espere tranquilamente la oportunidad de leerlo hasta que pudiera sentarme sin tener que levantarme...
Durante los primeros minutos tuve la tentacion de ver las ultimas paginas, pero venci al diablo de la curiosidad, y empece como se debe desde los agradecimientos...
aunque como droga no pude despegarme de él, hasta que conclui con la ultima pagina, la cual tuve que reeler por que aun no podia creer que ese fuese ya el final de la saga... no por que no fuese de mi agrado, si no por que yo sentia que aun faltaban muchas cosas que contar y no estaba lista aun para decir adios...
Me tomo menos de lo que pense la lectura del libro, empeze el sabado 21, como debe ser... y termine al dia siguiente domingo, en la noche, o mas bien madrugada, por que no quería irme a dormir estando tan cerca de las ultimas paginas...
Me encanto tu comentario :D y he aki que te dejo el mio... ah! por cierto, te falto agregar otro escritor muy famoso del que tengo conocimiento es fanatico de la serie, el señor Stephen King...
;) ahora solo falta sentarnos tú y yo a tomarnos un café para comentar un rato que te parecio el final... me encantaria hacerlo en cuanto tuvieras oportunidad...
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