VAMPIRE WEEKEND:
UNIVERSITARIOS CONQUISTANDO EL MUNDO LOS FINES DE SEMANA
Aunque algo había escuchado de los Vampire Weekend el año pasado -obviamente no lo suficiente como para ponerles atención- fue hasta este 2008 que se presentaron ante mí como una verdadera revelación, en gran parte gracias a muchos blogs en donde se les daba a conocer; curiosamente no fue “A-Punk” (su hit del momento) la primera rola que pude escuchar de ellos, sino “Bryn”, una oda a los sentimientos ocultos que claman por ser descubiertos, luego escuche “Ladies of Cambridge”, una cancioncilla bastante interesante, y posteriormente pude oír la excitante “Mansard Roof” y el cover de “Exit Music (For a Film)”, rola compuesta por Radiohead, con el que la banda originaria de Nueva York rindió tributo a esa imponente obra llamada “Ok Computer”; fue entonces cuando ya no pude resistirme mas a ellos, y gustoso ofrecí mi cuello a estos Vampiros amantes de los sonidos africanos y las chicas vestidas de Louis Vuitton.
En el mes de abril finalmente compre el LP de los Vampire Weekend, y aunque fue un gasto innecesario porque ya tenía todas las rolas, el mero acto de adquirir el disco siempre ha representado para mí un ritual obligatorio, con el que doy constancia de mi enamoramiento hacia una nueva banda; desde el mes en cuestión a la fecha muchas cosas han pasado en la vida de los Vampire Weekend como agrupación, pues en tan sólo un par de meses dejaron de ser unos desconocidos para convertirse en un éxito rotundo; cientos de revistas alrededor del planeta les han concedido las mejores criticas y puntajes de sus reseñas, e inclusive algunas no se han resistido a tenerlos en sus portadas, además, los Vampire Weekend han dejado incrustado su nombre en carteles de festivales tan importantes como el Coachella, el Bonnaroo y el Glastonbury, consagrándose así como uno de esos gratos fenómenos musicales que vale la pena escuchar, pero que son cada vez menos frecuentes en un mundo donde abundan las bandas que, al carecer de originalidad, espíritu creativo y sed de algo más que fama y dinero, tienden a imitar lo ya probado y conocido.
Como muchas otras bandas, los integrantes de Vampire Weekend se conocieron mientras aun estudiaban en la Universidad, que en este caso fue la de Columbia, prestigiada institución donde el destino quiso que Ezra Koenig (vocalista principal y guitarra) y Chris Tomson (batería) formaran un dueto de rap llamado “L’Homme Run”; posteriormente a estos dos chicos se unieron Chris Baio (bajo) y Rostam Batmanglij (teclados, guitarra y vocalista secundario), para formar en el 2006 la banda que hoy conocemos.
Una vez que el cuarteto estuvo debidamente integrado y compusieron sus primeras canciones, se avocaron a la tarea de difundir su trabajo como cualquier otra agrupación de universitarios lo haría: tocando en fiestas de fraternidad y participando en “guerras de bandas”, más como hijos de la nueva era, fue gracias al Internet y a los blogs que su trabajo se propagó rápidamente, alcanzando de esa forma un éxito repentino que tomó por sorpresa a estos jóvenes neoyorquinos.
De la noche a la mañana comenzaron a lanzar sus primeros EP’s, a figurar en las revistas más prestigiadas del mundo como la Rolling Stone, la NME y la SPIN (ésta última los declaró “la mejor banda del 2008” en su edición de marzo), y a ser convocados a los programas de televisión más importantes como “The Late Show with David Letterman”, “Saturday Night Live”, y mi favorito, el “Show de Jools Holland”, afamado programa de la BBC que se distingue por presentar a la crème de la crème del mundo de la música.
Aunque el éxito de los vampiros del fin de semana se ha dado en extremo rápido, no por eso su trabajo ha resultado de menor calidad o es menos valioso que el de otras bandas a quienes les ha tomado más tiempo lograr sus objetivos; la clave del triunfo de los Vampire Weekend radica en su capacidad para fusionar sonidos sumamente disímiles unos de otros, lo cual, si bien no es algo que no se haya hecho antes o con lo que nunca se hubiere experimentado, sí marca la diferencia en un escenario donde son comunes las agrupaciones acrecentadas por las nuevas herramientas tecnológicas pero sin un ápice de talento, y aunque probablemente éstas poseen buenas intenciones y mucha voluntad, al carecer de inspiración e inventiva se limitan a imitar lo hecho por otras agrupaciones o se valen de sonidos y temas ya probados, escudándose en la onda “retro” y las supuestas influencias que han recibido a lo largo del tiempo, situación que tarde o temprano las conducirá irremediablemente al olvido.
Muchos son los que han considerado que el sonido de los Vampire Weekend, en principio inclasificable, en definitiva puede ser etiquetado como “afro-pop”, pero aunque sus composiciones tienen fuertes reminiscencias de los extravagantes ritmos africanos, derivadas principalmente de las experiencias adquiridas por Ezra Koenig en sus viajes a la India y el gusto en general de todos los integrantes por los músicos del continente africano, los Vampire no se enfrascan sólo en esos sonidos, sino que juegan con otro tipo de música como el ska, el reggae, el western, la suavidad del britpop, la rudeza del punk y hasta los exóticos sonidos caribeños. Por otro lado, la lírica de los Vampire Weekend no es ni la más brillante o profunda que exista en la actualidad, pero por eso es tan excitante y novedosa, aunque si bien por momentos resulta difícil de comprender debido a que emplean términos muy intelectuales, o se ciñe demasiado a la cotidianeidad de sus vidas en Nueva York (como por ejemplo ocurre con la rola “Oxford Comma”), aun así mantienen cierta sencillez y claridad, por lo que su canciones terminan siendo asequibles a cualquiera y por lo tanto adaptables a casi toda interpretación.
Aparte de las singularidades ya expuestas sobre la música de los Vampire Weekend, en lo personal hubo dos aspectos extras que me convirtieron en fan de esta banda: el primero se circunscribe a la edad de sus integrantes, que aun son veinteañeros, simplemente Ezra Koenig tiene la misma edad que yo (veintitrés años), por lo cual me siento identificado con la agrupación; el segundo se relaciona con los temas de sus rolas, los cuales en parte derivan de sus experiencias en la universidad, periodo de mi vida que al igual que ellos no hace mucho concluí, y aunque ciertamente la vida universitaria varía de país en país, hay situaciones y sentimientos que casi todos los universitarios edl mundo afrontamos, como por ejemplo la incertidumbre del futuro cercano, la necesidad de ser reconocidos y amados, el deseo de vivir más rápidamente, las ganas de vacacionar y olvidar por un tiempo los estudios, o la rabia que se puede sentir por un maestro cruel; más a pesar de que dichos temas pueden tornarse preocupantes y depresivos, los Vampire logran hacerlos más ligeros y hasta divertidos con la manera tan natural y espontánea con que los tratan.
En conclusión, sin ser ostentosa, la obra de los Vampire Weekend es una verdadera “joyita” que los amantes de la buena música sabrán apreciar, más el reto a corto plazo de esta banda, como siempre ocurre con los novatos, será llenar las expectativas de los críticos y fanáticos que pasada toda la “avalancha” mediática habrán de exigirles un trabajo superior o por lo menos igual a su álbum debut, sin embargo, los Vampire Weekend sólo podrán ofrecer algo tan fresco y original como su disco epónimo, mientras se sigan manteniendo independientes y dispuestos a no complacer a nadie, sólo así dejarán patente que lo suyo no fue un golpe sino una auténtica muestra de talento.
Diez cosas que hay que saber sobre los VAMPIRE WEEKEND:
1.- UNA PELÍCULA DE HORROR Y COMEDIA: Los Vampire Weekend toman su nombre de un cortometraje que Ezra Koenig filmó mientras aun estudiaba en la Universidad, pero que nunca llegó a concluir; la historia trata sobre un chico llamado Walcott que intenta salir de Cape Code (península cercana al estado de Massachusetts), para así escapar de las garras de unos Vampiros.
2.- NUESTRA PROPIA COMPLICADA DEFINICIÓN: Más que afro-pop, los Vampire Weekend definen su estilo musical como “Upper West Side Soweto”, debido a que emana de una fusión entre ciertos sonidos de la famosa zona artística de Nueva York y una región de Johannesburgo, Sudáfrica.
3.- LOS PRIMOS MEXICANOS: La familia de Ezra Koenig proviene de Rumania, pero con la llegada del comunismo a ese país optaron por emigrar al continente americano; una parte (de la cual procede Ezra) se trasladó a Nueva York, y la otra a México, donde aun viven varios parientes que no conoce pero con los que anhela tener contacto en alguna visita no muy lejana.
4.- UN ALUMNO MUY INTELIGENTE: Un año antes de alcanzar el éxito con los Vampire Weekend, Ezra Koenig trabajó como maestro de Ingles en una preparatoria, ahí uno de sus alumnos proféticamente solía decirle: “Mr. Koenig, ustedes tienen que destronar a los Fall Out Boy…”, sin duda era un alumno que ameritaba un diez, no tanto por su desempeño escolar sino por su buen gusto musical.
5.- LAS LIGA DE LOS VAMPIROS: La Universidad de Columbia es una de las ocho que forman parte de la “Ivy League” (Liga de la Hiedra), denominación con la que se conoce a la coalición o conferencia deportiva de varias universidades privadas de los Estados Unidos, cuyas principales características son sus altos niveles académicos, los estándares elitistas para la selección de sus alumnos y los elevados costos de sus colegiaturas, además de que todas las universidades se encuentran ubicadas en la Costa Este (lugar a donde pertenecen los primeros trece estados de la unión americana), lo cual nos da una idea del perfil que tiene los integrantes de Vampire Weekend.
6.- CANDELABRO FAMOSO: El candil que aparece en la portada del LP de los Vampire Weekend, pertenece a la casa de una fraternidad a donde la banda fue invitada a tocar para amenizar una fiesta.
7.- LA COMIDA DE MAMÁ: La madre de Rostam Batmanglij es una autora de libros de gastronomía, sumamente respetada por sus conocimientos en cocina persa.
8.- LA CONEXIÓN BRITÁNICA: Los encargados de dirigir el video de “A-Punk” fueron “Hammer & Tongs”, los mismos que dirigieron el clásico video “Coffee & TV” de Blur y el “Imitation Of Life” de R.E.M.
9.- EL VIRTUOSO: Ezra Koenig realizó estudios de literatura, toca la guitarra y el Saxofón.
10.- EL BLOG: Mientras Ezra estudiaba en la universidad comenzó a interesarse en la teoría de la literatura postcolonial, su afición por dicho tema lo llevó a realizar una serie de investigaciones que quedaron plasmadas en un blog que tituló “INTERNET VIBES”; en él se pueden encontrar muchos de los fundamentos e ideas que más tarde darían nacimiento al estilo de los Vampire Weekend, así como detalles de su vida y de su cortometraje inacabado, la dirección es http://internetvibes.blogspot.com/.
MANSARD ROOF
A-PUNK
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